Hoy os traemos estas deliciosas galletas de chocolate, elaboradas con margarina. Son perfectas para las meriendas ahora que empieza el frío, y acompañadas de un buen café… ¡están de vicio!
A continuación os dejamos los ingredientes:
- 75 gr de margarina FLORA
- 150 gr de azúcar
- 1 huevo
- 150 gr de harina
- 100 gr (aprox.) de chocolate negro 70% cacao, o chocolate con leche sin lactosa
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
- 1/2 sobre de café soluble o 1 cucharadita de esencia de vainilla
No os perdáis ni un paso, son muy sencillas y ¡el resultado os va a encantar!
- En primer lugar debemos poner a precalentar el horno a 180ºC, y después, os recomiendo que vayáis pesando los ingredientes para poder ir más rápido al elaborar la receta.
- A continuación, mezclamos la margarina con el azúcar, hasta obtener una textura cremosa. No hace falta que saquéis la margarina un rato antes de la nevera, como hacemos con la mantequilla, ya que incluso recién sacada va a estar blandita.
- Para lograr esa textura cremosa, tendréis que insistir un poco con las barillas, y si veis que es complicado, siempre podéis utilizar un robot de cocina o unas barillas eléctricas. Tendréis que pasar de una textura grumosa, como la fotografía que os muestro aquí, a una cremosa, como la siguiente. Un truco para facilitar el batido es colocar un trapo de cocina debajo del bol, y así se moverá menos.
- El siguiente paso es añadir el huevo, y continuar batiendo hasta integrarlo por completo.
- Una vez que el huevo se haya integrado bien en la masa, añadimos la harina junto con el bicarbonato, la sal y el café y seguimos removiendo hasta que quede homogéneo. Si en lugar de café echáis esencia de vainilla o el café líquido, ponedlo a la vez que el huevo.
- Ya solamente tendremos que añadir el chocolate picadito, colocamos la masa en la bandeja de horno, las dejamos reposar un ratito y horneamos unos 15 minutos, dependiendo del horno, y ¡galletas listas!
El punto de las galletas es, crujiente por fuera y blandita por dentro. Para saber si están hechas, podéis pincharlas con un palillo, y si sale limpio, ya están cocinadas.
Consejo: tenéis que poner las galletas en la bandeja con una cierta separación, si no, al calentarse, se pegarán unas a otras. Podéis hacerlas grandes, como yo, o más pequeñitas y guardarlas en un tarro hermético, y así os durarán más tiempo, ¡aunque están tan ricas que en mi casa no duraron!
Os dejo una foto del resultado, ¡qué las disfrutéis! y recordad, con recetas como esta… ¡vivir sin lactosa es la leche!
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